Herramienta 2
Sentarse en círculo
o en U
Objetivos de esta técnica:
Desarrollar la segundad, promover la educación participativa,
mejorar la concentración, disminuir conflictos en el aula,
disminuir conversaciones paralelas.

Objetivos de esta técnica:
Desarrollar la segundad, promover la educación participativa,
mejorar la concentración, disminuir conflictos en el aula,
disminuir conversaciones paralelas.
Cierta vez, cuando yo estaba en el quinto año de enseñanza fundamental, mi clase fue dividida en grupos. Cada grupo tenía que presentar un trabajo ante todo el grado. Muchos de mi grupo se rehusaron a cumplir con esa hazaña. Yo, más audaz, pasé al frente. Jamás temblé tanto. Mi voz se apagaba. Parecía tan fácil hablar en mi habitación, pero no lograba coordinar mis ideas delante de la clase. Hoy doy conferencias para millares de personas en la platea, pero no fue fácil superar este conflicto. ¿Por qué es tan difícil hablar sobre nuestras ideas en público? ¿Por qué muchos tienen dificultad en extender la mano y hacer preguntas en un anfiteatro? ¿Por qué algunas personas son elocuentes y seguras para hablar con los íntimos pero se inhiben por completo al discutir sus opiniones con extraños o en grupos de trabajo? Uno de los principales motivos es el sistema escolar.
A pesar de parecer tan inofensivo ubicar a los alumnos uno detrás de otro en el aula, esta disposición es lesiva, produce distracciones y obstruye la inteligencia. El alineamiento uno detrás del otro, de los alumnos destruye la espontaneidad y la seguridad para exponer las ideas. Genera un conflicto caracterizado por miedo e inhibición. El mecanismo es el siguiente: cuando se está en un ambiente social, en fracciones de segundo se detona un fenómeno inconsciente llamado gatillo en la memoria, que abre ciertos archivos que contienen inseguridad y bloqueos, lo cual genera un estrés que obstruye la lectura de otros archivos y dificulta la capacidad de pensar.
Las grandes teorías educacionales no estudiaron los papeles de la memoria. Por eso, no vieron que bastan dos años en que los alumnos se sienten alineados unos tras otros en la escuela para generar un trauma inconsciente. Un trauma que produce una gran incomodidad para expresar las opiniones en reuniones, decir "no", discutir dudas en el aula. Algunos adquieren un miedo dramático a recibir críticas, y por eso se callan para siempre. Otros están súper preocupados con lo que los otros piensen y hablen de ellos.
¿Tiene usted este trauma? La escuela clásica genera conflictos en los alumnossin darse cuenta. Además de bloquear la capacidad de argumentar, el alineamiento de los alumnos agrega combustible al síndrome del pensamiento acelerado, el SPA. El pensamiento de los alumnos va a mil por hora. Si incluso para los adultos es difícil soportar la fatiga, la ansiedad y la inquietud del SPA. Ahora, imagine a niños y jóvenes obligados a quedarse sentados, inertes, y, para colmo, teniendo como paisaje delante de sí la nuca de sus colegas de clase. Para no explotar de ansiedad, perturbarán el ambiente, tendrán conversaciones paralelas, molestarán a los amigos. Es una cuestión de supervivencia. No los culpe. Culpe al sistema.
¿Cómo resolver este problema? Haciendo que los alumnos se sienten en media luna, en U o en doble círculo. Ellos necesitan verse la cara unos a otros. Por favor, retiren a los alumnos desde preescolar hasta la universidad del alineamiento uno detrás del otro. Fomenta la inercia intelectual.
Educando con los ojos: los escultores de la emoción
Recuerden esta frase. El aula no es un ejército de personas calladas ni un teatro donde el maestro es el único actor y los alumnos, espectadores pasivos. Todos son actores de la educación. La educación debe ser participativa.
En mi opinión, un quinto del tiempo escolar debería destinarse a que los alumnos pasen al frente a dar clase para sus compañeros. Los maestros se relajarían en ese período, y los alumnos se comprometerían con la educación, desarrollarían capacidad crítica, raciocinio esquemático, y superarían la fobia social.
Les pido a los maestros que presten especial atención a los alumnos tímidos. Tienen diversos grados de fobia social para expresar sus ideas en público. Estamos fabricando una masa de jóvenes tímidos. Los tímidos hablan poco, pero piensan mucho, y a veces se atormentan con sus pensamientos. Ya dije, los tímidos acostumbran ser excelentes para los otros, pero pésimos para sí mismos. Son éticos y se preocupan con la sociedad, pero no cuidan su calidad de vida.
Los educadores son escultores de la emoción. Eduquen mirando a los ojos, eduquen con gestos: ellos hablan tanto como las palabras. Sentar en forma de U o en círculo aquieta el pensamiento, mejora la concentración, disminuye la ansiedad de los alumnos. El clima de la clase resulta agradable y la interacción social da un gran salto.
A pesar de parecer tan inofensivo ubicar a los alumnos uno detrás de otro en el aula, esta disposición es lesiva, produce distracciones y obstruye la inteligencia. El alineamiento uno detrás del otro, de los alumnos destruye la espontaneidad y la seguridad para exponer las ideas. Genera un conflicto caracterizado por miedo e inhibición. El mecanismo es el siguiente: cuando se está en un ambiente social, en fracciones de segundo se detona un fenómeno inconsciente llamado gatillo en la memoria, que abre ciertos archivos que contienen inseguridad y bloqueos, lo cual genera un estrés que obstruye la lectura de otros archivos y dificulta la capacidad de pensar.
Las grandes teorías educacionales no estudiaron los papeles de la memoria. Por eso, no vieron que bastan dos años en que los alumnos se sienten alineados unos tras otros en la escuela para generar un trauma inconsciente. Un trauma que produce una gran incomodidad para expresar las opiniones en reuniones, decir "no", discutir dudas en el aula. Algunos adquieren un miedo dramático a recibir críticas, y por eso se callan para siempre. Otros están súper preocupados con lo que los otros piensen y hablen de ellos.
¿Tiene usted este trauma? La escuela clásica genera conflictos en los alumnossin darse cuenta. Además de bloquear la capacidad de argumentar, el alineamiento de los alumnos agrega combustible al síndrome del pensamiento acelerado, el SPA. El pensamiento de los alumnos va a mil por hora. Si incluso para los adultos es difícil soportar la fatiga, la ansiedad y la inquietud del SPA. Ahora, imagine a niños y jóvenes obligados a quedarse sentados, inertes, y, para colmo, teniendo como paisaje delante de sí la nuca de sus colegas de clase. Para no explotar de ansiedad, perturbarán el ambiente, tendrán conversaciones paralelas, molestarán a los amigos. Es una cuestión de supervivencia. No los culpe. Culpe al sistema.
¿Cómo resolver este problema? Haciendo que los alumnos se sienten en media luna, en U o en doble círculo. Ellos necesitan verse la cara unos a otros. Por favor, retiren a los alumnos desde preescolar hasta la universidad del alineamiento uno detrás del otro. Fomenta la inercia intelectual.
Educando con los ojos: los escultores de la emoción
Recuerden esta frase. El aula no es un ejército de personas calladas ni un teatro donde el maestro es el único actor y los alumnos, espectadores pasivos. Todos son actores de la educación. La educación debe ser participativa.
En mi opinión, un quinto del tiempo escolar debería destinarse a que los alumnos pasen al frente a dar clase para sus compañeros. Los maestros se relajarían en ese período, y los alumnos se comprometerían con la educación, desarrollarían capacidad crítica, raciocinio esquemático, y superarían la fobia social.
Les pido a los maestros que presten especial atención a los alumnos tímidos. Tienen diversos grados de fobia social para expresar sus ideas en público. Estamos fabricando una masa de jóvenes tímidos. Los tímidos hablan poco, pero piensan mucho, y a veces se atormentan con sus pensamientos. Ya dije, los tímidos acostumbran ser excelentes para los otros, pero pésimos para sí mismos. Son éticos y se preocupan con la sociedad, pero no cuidan su calidad de vida.
Los educadores son escultores de la emoción. Eduquen mirando a los ojos, eduquen con gestos: ellos hablan tanto como las palabras. Sentar en forma de U o en círculo aquieta el pensamiento, mejora la concentración, disminuye la ansiedad de los alumnos. El clima de la clase resulta agradable y la interacción social da un gran salto.
Por Augusto Cury
Extraído del libro: “Padres brillantes, maestros fascinantes”. Editorial Zenith
Extraído del libro: “Padres brillantes, maestros fascinantes”. Editorial Zenith
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