Entrevista a Jacques Salomé
Este psicólogo y sociólogo francés, experto en relaciones humanas, que lleva más de 30 años explorando las misteriosas y complejas facetas de lo que constituye, para él, lo esencial de la vida: la comunicación, ha creado un método para vivir más plenamente y entendernos mejor con el entorno, al que el mismo llama Ecología de las Relaciones.
Párrafos extraídos de la revista Uno Mismo, marzo de 2009।
Por María Laura Ferro Traducción: Joselyne Vanclef
-¿Por qué es tan difícil 'estar bien', con uno mismo y con los otros?
-Principalmente por nuestra propia desvalorización. Porque nos dejamos definir por el otro y también lo definimos, con la esperanza de que responderá a nuestras expectativas.
Salomé se define a sí mismo como “un ex discapacitado de las relaciones humanas, quien pasó gran parte de su vida tratando de comprender que le correspondía dejar de responsabilizar a los demás, a la sociedad, a los astros, a Dios, de sus desgracias y de sus malestares... Me llevó mucho tiempo comprender que sólo dependía de mí aprender lo que podía ser una 'puesta en común' respetuosa de mí mismo y del otro, de proponer intercambios de reciprocidad y renunciar a las creencias erróneas transmitidas, desde mi tierna infancia, practicadas desde siempre en mi entorno". Estas "creencias erróneas" conforman lo que él denomina "Sistema S.A.P.P.E. de comunicación disfuncional".
-¿En qué consiste este sistema?
-Son las siglas de: S de sordo (sourd); A de ciego (aveugle); P de pernicioso (pernicieux); P de perverso (pervers); E de energetívoro (que “le come” la energía a los demás). Es decir, una comunicación caracterizada por la desvalorización del otro, la desconfianza, la amenaza, el chantaje, la culpabilización y el rechazo a responsabilizarse, para permanecer en relaciones de poder con respecto al otro. Es el sistema en el cual todos hemos sido educados (es universal, lo he visto en Europa, en Canadá, en África del Norte y en Japón, que son las cuatro culturas en las que tuve ocasión de intervenir). Funciona a partir de cinco elementos:
1. Prescripciones: hablamos sobre el otro en lugar de hablarle al otro. "Deberías querer a tu hermano, tendrías que ser más amable, podrías esforzarte un poco".
2. Desvalorizaciones, (y) descalificaciones. "Tenés mal carácter, sos egoísta, no haces ningún esfuerzo...".
3. Amenazas, chantaje: "Terminarás mal". "Si continuas así, te voy a dejar...".
4. Culpabilización (el otro es responsable de lo que sentimos): "desde que me dejaste no tengo más ganas de vivir, es por tu culpa que comencé a tomar...".
5. Relaciones dominador - dominado, en las que se practican el enfrentamiento (y no la confrontación), la oposición o la sumisión (y no la oposición y la afirmación...): "tu punto de vista no tiene importancia, si reflexionaras un poco más, te darías cuenta de que soy yo el que tiene razón…".
Los seres humanos aprendemos a comunicarnos mal, de una forma espontánea, basada en la buena voluntad, los buenos sentimientos y una sinceridad ciega, olvidándonos que estamos híper-condicionados por un sistema relacional, familiar, escolar y social que domina en nuestra cultura... Y esto produce los efectos perversos que ya conocemos: falta de confianza en uno mismo; persistencia de las relaciones dominante/dominado; aumento de las dependencias; expansión de la violencia...
-Así nos comunicamos... ¿Cómo sería comunicarse más saludablemente?
-'Comunicar" significa poner en común a partir de 4 pasos: poder pedir, poder dar, poder recibir y poder rechazar. Cada uno de estos puntos debe estar equilibrado respecto de los demás. Si hay hipertrofia o hipotrofia de alguno de ellos, la relación está desequilibrada, por ende, "sufriente"... Para lograr una forma más sana de comunicación creé el método E.S.PE.R.E. (Energía Específica Para una Ecología Relacional Esencial). A través de este método, quise proponer algunos parámetros apoyándome en mi propio recorrido y en el de los seres que marcaron mi vida. Dichos parámetros son necesarios para todo cambio, para mantenernos anclados en nuestro eje. Son parámetros válidos y dignos de este nombre, que si bien no dictan cuál debe ser el camino, son como 'balizas' que nos ayudan a mantenernos en él, sin por ello impedir que nos cuestionemos permanentemente y busquemos otros rumbos.
Cruzada por la humanidad.
En sus más de 60 libros, que fueron traducidos a 23 idiomas, ha tratado las relaciones conyugales, las relaciones con los hijos, la comunicación en el colegio, la relación con uno mismo y, recientemente, las del universo del trabajo... También ha dado un gran número de conferencias, mayormente en países francófonos. Él cuenta así el propósito de su cruzada: "Deseo sensibilizar a las personas en la auto-responsabilización frente a los acontecimientos de la vida, y convocarlas a practicar una comunicación relacional, no violenta, que se opone a la comunicación de consumo que predomina actualmente, que se caracteriza por la circulación de la información y la relación con 'lo lejano', en detrimento de la relación con lo próximo y cercano", dice.
-¿Cuáles serían las claves para lograr esto?
-Quien quiera lograr bienestar y mejorar sus relaciones debería proponerse:
• Explorar las zonas de sombra en su personalidad, que lo encadenan a las relaciones consigo mismo y con los demás.
• Aprender a sobreponerse a las violencias, heridas y sufrimientos.
• Salir de las fidelidades alienantes para ir hacia la fidelidad a sí mismo.
• Vivir los sucesivos duelos de la existencia, salir de ellos fortalecidos y crecer.
• Descubrir la esperanza espiritual que existe en cada uno de nosotros.
-¿De qué depende el éxito de este aprendizaje?
-El trabajo personal requiere de un esfuerzo honesto, la aceptación de la propia historia, y mucha energía para recorrer el camino que conducirá a una mejor y más sana manera de vivir. Corresponde a cada uno buscar los medios para encontrar lo mejor de sí mismo y de los demás, con lucidez y coherencia. Se trata de no traicionarse en nombre de un sentimiento hacia el otro, de no alienarse por el miedo a perder al otro si éste no corresponde a mis deseos o expectativas... En definitiva: "saber ser"; que haya coherencia entre lo que pienso y lo que digo, entre lo que siento y lo que hago. La clave es la RESPONSABILIDAD: responsabilidad en el compromiso con uno mismo, responsabilidad en la acción, que se estructura alrededor de nuestra capacidad de poder transmitir.
-Usted dice en uno de sus libros que habría que crear "oasis relacionales y luchar contra la desertificación de las ciudades... ¿Es decir?
-La urbanización y la expansión de las grandes metrópolis favorecen cada vez más el aislamiento del individuo, alimentan la violencia y la auto-violencia. La presencia de la televisión mata la comunicación íntima y propulsa al individuo, sobre todo hoy en día, a mundos totalmente virtuales, convertidos en sinónimos de escape y de hemorragia relacional. Veo una soledad desesperante, en los "hambrientos" o los desheredados de la comunicación, por eso el enorme éxito de los consultorios de terapia, donde se paga, sobre todo para ser escuchado y comprendido. Llamo "oasis relacional" a un lugar de encuentro, de palabras y de intercambio, que estaría abierto, en cada ciudad o barrio; y donde sería posible hablar, ser escuchado, poder cuestionarse y clarificar los grandes temas existenciales de cada uno.
-Las relaciones hombre-mujer han evolucionado mucho en estos últimos treinta años, ¿cuál es su visión al respecto?
-Desde hace alrededor de treinta años, son sobre todo las mujeres las que han hecho evolucionar considerablemente la comunicación. Han aprendido a definirse mejor, a salir de dependencias afectivas, materiales y sociales, en las cuales permanecieron ¡encerradas durante siglos! Hoy se atreven a hacerse cargo de sus deseos y sobre todo se atreven a concretarlos, por medio de elecciones de vida, concreciones profesionales, familiares, etc. Las relaciones "hombre-mujer", están en una fase de transición. Las mujeres deben aprender a manejar numerosos conflictos intrapersonales para equilibrar todos los roles de sus vidas. Los hombres no han integrado aún esta mutación. Están a la defensiva, lo que mantiene comportamientos agresivos, sobre todo cuando sienten impotencia o desarraigo. Me parecen todavía prisioneros de una imagen "decadente", demasiado encerrados en el "hacer". No han, todavía, descubierto el placer de simplemente "SER".
-¿Por qué este camino es más fácil para unos que para otros?
-Todo cambio incluye obstáculos y riesgos que no nos atrevemos a asumir. Todo cambio es personal y sin duda le es “más fácil” a quién se respeta a si mismo. El saber “devenir uno mismo” depende del grado de concientización con respecto a la propia historia, de la clarificación, de las fidelidades, de las misiones atribuidas, de las lealtades de las que dependo, frente a las personas significativas del pasado y del presente. Es un aprendizaje vinculado a la capacidad de integrar los cambios, replanteos y cuestionamientos, así como a la posibilidad de adaptarse a las rápidas mutaciones evolutivas del mundo en el cual vivimos.
Ser fiel a mí mismo
Evalúo el camino recorrido desde los titubeos de mi adolescencia. En esa época, buscaba la aprobación de todos los que se cruzaban por mi ruta; necesitaba gustar, a cualquier precio, y sobre todo no disgustar o entristecer a aquéllos con los que me encontraba. Quería ser aceptado incondicionalmente y, entonces, me dedicaba, con mucho cuidado, a presentarme con la imagen que creía era la más favorecedora para mí. En pocas palabras, no me respetaba mucho, estaba lejos de ser fiel a mí mismo. Me tomó mucho tiempo salir de ese conflicto, permanentemente actualizado entre una pseudo fidelidad al otro y una pseudo fidelidad a mí mismo.
Un camino de libertad se fue perfilando poco a poco, sin culpabilidad con respecto al otro, dentro de una suave y tranquila fuerza, cuando me arriesgué a definirme en mi diferencia, a afirmar mis umbrales de tolerancia frente a tal o cual relación o conducta propuesta por el otro, a expresar mis reales sentimientos o a posicionarme sin necesidad de encerrarme en el silencio o el enfurruñamiento.
Recuerdo, por ejemplo, cómo, al comienzo de la vida adulta, mi modo defensivo de abordar un obstáculo o una situación penosa, desencadenaba una sucesión de reacciones en cadena que movilizaban lo esencial de mis energías, sin que, sin embargo, la situación progresara, y cuyo resultado me llevaba a victimizarme aún más. Actualmente veo el espectro de posibilidades que se me ofrecen: no alimentar la oposición sino favorecer la no-posición; no cultivar el enfrentamiento sino buscar debatir ideas; apoyarme sobre los puntos comunes en lugar de poner en evidencia los antagonismos; renunciar a ser definido por el otro y arriesgarme a situarme, a afirmarme, a encuadrar las situaciones para no cargar con los problemas de los demás. Una de las posiciones relaciónales que más me hizo progresar fue, cuando no era positivo para mí, no conservar lo que provenía del otro y atreverme a restituir los mensajes tóxicos (palabras o comportamientos) que me herían.
Aprendí a formar alianzas, a encontrar la buena distancia, a relativizar y sobre todo a no cultivar el resentimiento, a arriesgarme a un conflicto abierto más que a permanecer en los no dichos y las reflexiones estériles. Entre todo y nada, existe una multitud de posibilidades que pueden ser exploradas y vividas.
En este momento, alrededor de mí, se están produciendo muchos cambios: relaciones que se desvanecen, muertes, seres que parecen fiables y que, en realidad, son inconstantes, una profundización de los recursos y los beneficios de la soledad, una reconciliación con mi cuerpo que se estaba cansando de advertirme que debía estar más atento e inclusive ser más benevolente con él. Intento saborear la vida con lucidez y ternura, como un regalo que se renueva cada día. Avanzo teniéndome lo más erguido posible, aunque una de mis piernas se arrastre un poco, le doy coraje para que siga acompañándome. Tenemos tantas cosas para descubrir.
¿Qué es la ecología de las relaciones?
Salomé responde: "Es el sistema de comunicación basado en las posibilidades de aceptar confrontaciones lúcidas, con posicionamientos claros, a fin de que cada uno se sienta pleno. Una comunicación alimentada de la capacidad real de poner en común diferencias y complementar/edades. La ecología relacional está basada sobre la puesta en marcha de un conjunto de normas de higiene relaciónales, se la podría enseñar en la escuela como una materia más, del mismo nivel que las matemáticas, la geografía, la biología o la historia. Todo ello para privilegiar una escucha posible de las necesidades vitales y de las necesidades relaciónales de cada ser humano, para favorecer las relaciones no violentas entre los humanos, bajo el modelo de un equilibrio -que debe ser creado cotidianamente- entre pedir, dar, recibir, rechazar. Una dinámica que desarrollará en las mujeres y en los hombres de hoy en día, la capacidad de proponer relaciones de reciprocidad, en las que cada uno de sus protagonistas podrá vivir la tolerancia, la aceptación de las diferencias, el respeto de sí mismo y del otro, un mínimo de compasión y de escucha. Escribí un libro de 300 páginas sobre estos conceptos: 'Para no vivir más sobre un planeta mudo', de Editorial Albín Michel. El modelo supone un cambio de nuestra relación no sólo con los demás seres humanos, sino con las diferentes especies animales, con la flora, con los espacios que debemos proteger, con todo lo que está vivo en nuestro planeta; es una aceptación de la biodiversidad, una búsqueda más amplia para implantar un desarrollo durable".
Su obra reciente
Publicado en Francia en septiembre del 2008, el libro ¿A quién haría sufrir siendo yo mismo?, Editorial du Relie, está ubicado entre los más vendidos de su país. Además, Jacques Salomé formó parte de los 60 psicólogos representados en la reciente obra "Vivir mejor mi vida", bajo la dirección de Sylvie Ángel, Larousse Psicologías, 2008-10-29. Otros títulos son: El coraje de ser tu mismo, Ed. du Relie; Creí que era suficiente con amarte; ¿Por qué es tan difícil ser feliz?. Más información: www.j-salome.com
Hola Ruben! Nos produjo una alegría enorme conocer el blog y estamos prestos para lo que necesites. Es admirable como ejerces la responsabilidad de la "Comunicación" permanente y rítmica de Valores y la guía tan necesaria para tantas almas que despiertan a la luz con esta tarea. Un gran abrazo de nuestra parte. Beto y Ari
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